Estoy en Huesca -¡a 2,50 euros el ron con Coca-Cola, y con música en directo!-, rodeado de rojos y de freaks blogger. Mañana seguramente estaré en Las Ventas, rodeado de freaks taurinos, chinos y australianos para ver la presentación de Agustín de Espartinas. Me va el blanco y el negro y no los colores planitos. Al lío.
El dueño de la ratonera «gamberra» y de «divertimento político», como él dice, nos acaba de pegar una chapa de ciberactivismo político amena y muy didáctica. Mensaje: «La política es la misma, las ideas son las mismas, cambia el formato». Esto es de perogrullo para todos los que están aquí, pero de ciencia-ficción para no pocos.
De todo lo que ha contado César, me quedo con lo de los vídeos en internet como herramienta estrella para hacer campaña. Pero, ojo, vídeos «divertidos y positivos», no peñazos indigestos. La red no es sitio para piezas tipo No-Do o TVE -son los ejemplos que él ha elegido-, seriotas y densas. ¿Quién va a rular algo así? En cambio, que te llegue una cosa fresquita -que no tiene por qué estar vacía de contenido-, a ver cuánto tardas en reenviarlo a tus contactos.
Por motivos del ron a 2,50 he perdonado las chapas de los políticos de la mañana, pero hay mucha gente al quite.
Seguimos en el tajo, aprendiendo.
Desde que un día hiciste un simil entre Stoichkov y La Roda, me caiste muy bien. Ahora con lo del Ron con Cocacola, mucho mejor. Te aconsejo el Santa Teresa, buen Ron, sin añadidos extraños y mucho mejor que cualquier dominicano o cubano. Soy chavista, por el ron.