Acosar a un buey

Cobarde y dolorido, el castaño de la alternativa de Tendero se quería escapar y no podía. Y yo contemplaba la escena con sensibilidad antitaurina, porque ¿qué sentido tiene echar a pelear a dos si uno no quiere? Eso sí que es tortura. Lorenzo Fraile, cómplice de tortura. Impútalo, Garzón.

Y cómo convezco yo ahora al que no ha estado en la corrida de que la pelea en la que uno, cobarde y dolorido, no quería pelear, ha sido emocionante como no se ha visto en este maldito San Isidro. Cómo. Quizá se podría recordar aquella otra pelea en la que también había uno que no quería pelear, hermano de este cobarde y dolorido, por cierto, va a hacer en unos días un año. El mismo acoso al mismo buey, en los mismos terrenos de la misma plaza, en el mismo mes y los mismos huevos del que sí quería pelea. Hace un año fue José Tomás el que pisó los terrenos imantados de los chiqueros para tragar las oleadas de un buey con humos de Puerto de San Lorenzo; hoy ha sido Miguel Tendero.

Es pronto para cantar nada, pero ilusiona. Quizá para el San Isidro que viene, que no podrá ser peor que éste, cuando me digan, «¿Ah, de Albacete?», y me miren a la coronilla para buscarme el pezote la boina, pueda contestar: «Sí, de Albacete: de donde Muchachada Nui, Andrés Iniesta, Miguel Tendero y tu puta madre». Y si no, pues de donde Muchachada Nui, Andrés Inesta y su puta madre del que me busca el pezote. Pero a ver si podemos mentar a Tendero también, y él le puede comprar una casa a sus padres.

3 Respuestas a “Acosar a un buey

  1. Y que me dé cuenta de que lo has escrito una semana después… tié cojones. De Albacete y con dos cojones. Tú. Tendero va camino de ello 😉

  2. Creo que he dicho «cojones» dos veces. Creo que la de la boina soy yo XD Y a mucha honra.

  3. Y ahora he dicho «creo» dos veces. Si es que no sé escribir… Las horas. Usted sabe…
    Y ahora pongo puntos suspensivos dos veces también. Pero ya me callo XD

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